Inspiración para

Eslabin y Eliria

Eslabin y Eliria son historias separadas, no solo por los acontecimientos narrados, sino también por el tiempo que transcurrió entre la creación de uno y otro relato.

La idea para Eslabin, surge allá por el año 2010 para una serie de relatos cortos que quería publicar, de manera exclusiva, en formato digital. Como ocurre con la mayoría de relatos de ciencia ficción que escribo, Eslabin fue la unión de diferentes ideas. Un mundo en decadencia, la prostitución como medio de supervivencia y las relaciones interpersonales.

Eliria era otra de las historias que tenía en mente para esta colección de relatos cortos, aunque el título definitivo no surgió hasta que el nombre de la protagonista cruzó por mi mente. En origen la historia la guardé bajo el nombre de Futura, y así como en Eslabin la prostitución era algo que quedaba, en cierta manera, a un margen de la historia principal, para Eliria quise convertirlo en uno de los principales argumentos de la historia. Pero Eliria narra mucho más que la historia de una prostituta, pues habla del uso de la tecnología por parte de la raza humana y no de tecnología que como la que hoy llevamos en nuestras manos y utilizamos de manera externa. Hablo de la otra tecnología, aquella que poco a poco metemos en nuestros cuerpos y que al final puede modificar el comportamiento de las diferentes sociedades humanas.

En el caso de Eliria la idea surgió de la lectura de un artículo donde se hablaba de la nanotecnología aplicada a la medicina.